Con la culminación de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, Chile no sólo disfrutó de hermosas instalaciones y el calor de su apasionado público, sino que también dejó marcada su huella deportiva. Esta edición de los juegos trasciende más allá de la infraestructura, dejando un legado que permitió exponer y promocionar nuestra disciplina a todos los asistentes y aficionados que nos acompañaron.

Un equipo de futuro brillante

La selección chilena de racquetball que nos representó destaca por su juventud. Con un promedio de edad de apenas 21 años y en ausencia de la experimentada Carla Muñoz, el equipo demostró que en este deporte se puede competir a alto nivel a cualquier edad.

En lo que respecta a la competición, el cuadro nacional alcanzó importantes logros. Tanto los dobles mixtos como los femeninos superaron a Cuba, posicionándose entre los 8 mejores del continente. Carla Muñoz, por su parte, avanzó hasta cuartos de final en los singles, siendo vencida por una destacada deportista argentina que finalmente se alzó con una medalla.

A pesar de que la competencia por equipos presentó desafíos, con un cruce desafortunado que nos llevó a la eliminación en primera ronda, el horizonte es prometedor.

El futuro del racquetball chileno se presenta alentador. Las instalaciones y la experiencia de Santiago 2023 quedan como un recurso invaluable para fomentar y practicar el racquetball en nuestro país. Con una selección joven y llena de potencial, estamos listos para enfrentar los próximos desafíos.